Delegación Efectiva: pasos prácticos para empoderar al equipo y potenciar resultados

Delegar es una de las habilidades que todos deberíamos adquirir. Desde grandes líderes, emprendedores o incluso en las situaciones de la vida cotidiana, delegar es clave para poder asumir nuevas responsabilidades, tomar nuevos proyectos y comprometernos con otras tareas.

Desde el punto de vista laboral, entre algunos de los grandes beneficios de delegar destacamos que:

1. Permite mantenerte enfocado en las tareas más importantes
2. Facilita la distribución de trabajo en forma equilibrada para los miembros del equipo
3. Es una oportunidad de desarrollo y crecimiento para los colaboradores
4. Aumenta la confianza y el compromiso

Aunque delegar es necesario y trae muchas oportunidades, es una de las decisiones que más cuesta hacer. ¿Por qué? Requiere de mucha planificación, confianza en los demás y perder el miedo a que otros lo hagan mejor que nosotros. Podemos decir que la delegación es un proceso, el cual hay que llevarlo con paciencia y estrategia para que las cosas resulten de la mejor manera posible.

Aquí, en este artículo, te contaremos 5 pasos útiles para dominar el arte de delegar, ¡quédate leyendo!

1. Establecer la tarea a desarrollar y su objetivo

Es importante que cuando asignes una tarea a alguien, este tenga conocimiento de por qué lo hace. Cuando delegues, asegúrate de definir claramente cuál es la tarea, qué acciones se espera que el colaborador desarrolle y qué se quiere lograr con esta delegación.

2. Asignar a la persona más adecuada

Al momento de determinar quién va a ejecutar una tarea, se debe considerar 2 criterios claves: confianza en la habilidad del colaborador para desarrollarla y su motivación para hacerlo.

Estos dos aspectos deben ser evaluados en detalle para determinar si es el colaborador es adecuado o no para llevar a cabo la tarea. Si confías en sus capacidades y él se muestra con la aptitud para asumir la responsabilidad, es la persona indicada. Caso contrario, debes buscar a otra persona.

En caso de que no confíes plenamente en sus habilidades, pero el colaborador se muestre con toda la predisposición e iniciativa, prepáralo para asumir otra tarea más adelante. Recuerda que todos tenemos habilidades por pulir y dar la oportunidad de desarrollarlas es algo que todo colaborador agradecerá. Además, será un beneficio para todo el equipo que sus miembros estén adquiriendo nuevas destrezas.

3. Acompañar al colaborador en la transición

Delegar es mucho más que asignar una labor y esperar que se cumpla como lo pensamos. Para que la tarea se desarrolle en su totalidad con compromiso y esmero, es importante involucrar al colaborador pidiéndole que aporte sus perspectivas y dándole una cierta autonomía en elegir cómo puede desarrollar la tarea. Para esto, te recomendamos seguir algunos pasos:

-Dar las instrucciones de qué se debe realizar y cómo es la mejor manera de hacerlo.

-Permitir al colaborador aportar ideas sobre otras alternativas para el desarrollo de la tarea, dándole la oportunidad de ser escuchado y considerado, lo que aumentará su compromiso por el trabajo asignado.

-Analizar su opinión sobre las ideas sugeridas, a fin de conocer el grado de criterio, autonomía y decisión del colaborador. Una vez que todas las opiniones hayan sido discutidas con él, sabremos si está en la posición correcta para tomar las decisiones más adecuadas sobre la función delegada.

-Durante los inicios, es recomendable que las decisiones propuestas por el colaborador aún sean previamente aceptadas o rechazadas por el líder. Sin embargo, conforme el colaborador vaya tomando seguridad gradualmente y todo marche en el camino correcto, el líder puede ir soltando la responsabilidad y entregársela plenamente al colaborador que estuvo preparando y acompañando para que asuma la tarea.

4. Establecer los plazos de entrega y los indicadores de resultados

Para asegurar que todo esté marchando bien y sin contratiempos, es indispensable que se establezcan desde el primer día cuáles son los plazos de vencimiento de las tareas y los indicadores de resultados que se deben alcanzar. De esta manera, todos los involucrados son conscientes del tiempo que disponen y del punto en el que se encuentran para llegar al objetivo.

5. Solicita y proporciona feedback

El último paso esencial en este proceso es tener un feedback de ambas partes; tanto de parte del líder que delega y del colaborador que recibe la delegación. Con esta información podemos saber cómo se siente el colaborador respecto al nuevo desafío, sus preocupaciones, sus dificultades y necesidades. Mientras que, cuando el líder da su feedback sobre el trabajo que se está desempeñando, el colaborador sabrá cómo va su progreso y recibirá las indicaciones necesarias que lo ayudarán a culminar con éxito su trabajo.