Más allá de las palabras: ¿Cómo mejorar tu perfil profesional a través de la comunicación no verbal?

La comunicación no verbal está presente en todo momento; desde nuestros movimientos corporales, nuestra postura, la mirada que damos a los demás y hasta cómo nos sentamos. En resumen, ¡estamos comunicando todo el tiempo! Ya sea consciente e inconscientemente, decimos mucho sin emitir palabras. Por lo tanto, no debemos descuidar esta comunicación para que el mensaje que deseamos transmitir al mundo sea coherente con cómo nos vemos.

¿Cuáles son los tipos de comunicación no verbal que existen?

• Expresiones faciales: Nos dan información sobre la reacción o impresión que tiene una persona, que pueden identificarse al fruncir el ceño, levantar una ceja, sonreír, arrugar la nariz, hacer muecas.
• Gestos: Incluyen todos los movimientos físicos que indiquen una señal, como saludar con la mano, levantar el pulgar aprobando algo o cruzar los dedos deseando buena suerte.

• Mirada: A dónde apuntan los ojos ha sido objeto de numerosas conclusiones, pero si nos concentramos en lo básico, la mirada se fija en lo que consideramos importante. Por tanto, a donde dirijas tu mirada revelarás información sobre lo que tiene tu atención.

• Postura: ¡Uno de los aspectos más poderosos! Con tan solo observar la postura de alguien al sentarse, caminar o conversar con otra persona podemos deducir mucho sobre su estado de ánimo, la atención que está poniendo a lo que tiene de frente y cuánta energía lleva.

¿Cómo utilizar la comunicación no verbal con los demás? 

La comunicación no verbal es bastante útil para interpretar las señales que dan las personas y usarlas para poder mantener una interacción exitosa con ellas. Para lograrlo, es indispensable tener en cuenta los siguientes aspectos:

1. Sé consciente de tu comunicación no verbal

Antes de leer las señales no verbales que las otras personas transmiten, es primordial que primero seamos nosotros mismos los que identifiquemos qué mensaje estamos enviando y cómo podemos mejorarlo. Pregúntate: ¿qué interpretarán los demás cuando les respondo con esta expresión? ¿Cómo se sentirán cuando levanto la voz? Juzgar nuestras propias acciones nos ayudará a decidir qué vamos a seguir transmitiendo y qué cambiaremos.

2. No la utilices para sacar conclusiones

Colocar un único significado a cada gesto que vemos en los demás también puede llevarnos a sacar conclusiones erróneas. Si vemos a una compañera de trabajo que está arrugando la nariz mientras escribe en su computadora, quizás parezca como que está enviando un mensaje de desaprobación. Pero, ¿qué tal si su gesto solo se debe a que olió algo que no le agradó? ¡Todo puede ser! Por ello, valerse de la comunicación no verbal para deducir lo que está sucediendo en el interior de los demás no es viable, pero sí proporciona las señales necesarias para que luego puedas hacer una pregunta que confirme o disipe tus teorías.

3. ¡Sonríe!

La sonrisa genuina, mostrando los dientes (no tensa ni con los labios apretados), transmite calidez y bienvenida, animando a las demás personas a acercarse. Sonreír a las personas cuando entramos en una habitación o cuando los felicitamos por algún logro, mostrará alegría por estar en compañía de los demás y un espíritu de compañerismo alentador.

4. Tono de voz

El tono de voz da sentido a lo que dices. Utilizar un volumen medio cuando hablas, cambiando la entonación para hacer énfasis en algunas palabras, es crucial para mantener la atención de tus receptores, así como hablar pausadamente, cuidando la locución y evitando al máximo el uso de muletillas. De esta manera podrás transmitir tus mensajes claramente y de manera agradable.

¿Cómo transmitir buenas actitudes a través de la comunicación no verbal?

 Esta comunicación es nuestra aliada cuando deseamos dejar una impresión en los demás, por ejemplo:

Confianza

Si queremos que los demás sientan confianza, mantener el contacto visual por un tiempo prudente (no lo demasiado largo como para incomodar) es uno de los principales aspectos que debes poner en práctica. Levanta un poco la barbilla para demostrar una postura firme y cuida de no tener la espalda encorvada. Las manos también son un elemento importante a la hora de transmitir confianza, ya que tradicionalmente mostrarlas se asocia con un acto de honestidad y transparencia. Por ello, solemos ver que se suelen alzar mostrando las palmas en señal de inocencia. Utilízalas cuando hablas, abriéndolas hacia las personas que tengas delante.

Atención

 Si buscas demostrar que alguien tiene tu atención, la mirada tampoco queda atrás. Guíala hacia la persona o a lo que está mostrándote. Con este acto se percibirá tu interés y concentración en lo que ella está compartiéndote. Además, acompañar este acto con el torso erguido, los brazos relajados a los costados y la cabeza levemente inclinada hacia un lado le comunicará que tiene toda tu atención.

Entusiasmo

Comunicar entusiasmo es algo que no debes pasar de largo cuando estás interactuando con clientes, compartiendo ideas o proponiendo algún plan. Para transmitir esta actitud puedes sonreír y levantar ambas cejas, mover las manos ilustrando tus ideas, inclinar un poco el cuerpo hacia las personas a las que estás hablando o levantar levemente el tono de voz para añadir intensidad a lo que dices.

Desarrollar una comunicación no verbal consciente es sin dudas de las mejores herramientas para impulsar tu perfil profesional y potenciar tus habilidades sociales. ¡Esperamos que te conviertas en un comunicador exitoso con estos tips!