Construyendo seguridad psicológica: Claves para un ambiente laboral saludable

En el mundo corporativo, cada vez más personas valoran encontrar un balance adecuado entre sus responsabilidades laborales y su vida personal. Además, buscan entornos de trabajo que fomenten su crecimiento de manera saludable y en un ambiente positivo. Para lograrlo, las empresas juegan un rol importante en donde deben construir un clima de confianza y respeto donde aprender y cometer errores sea posible sin temor.

En este artículo, veremos la relevancia de la seguridad psicológica en el trabajo y te daremos algunas recomendaciones para promoverla en tu lugar de trabajo. Pero, primero, veamos lo básico:

¿Qué es la seguridad psicológica y por qué es importante?

La seguridad psicológica se trata del sentimiento de no estar en una situación de ataque.  Esto se logra creando un ambiente de trabajo seguro, sano, amigable y que fomente el bienestar mental y la autoconfianza.

Al no existir esta sensación, la productividad de los colaboradores puede caer, afectando directamente el funcionamiento de la empresa. Las compañías pueden perder clientes, ser menos eficientes y no cumplir sus metas si el ambiente laboral es hostil o no ofrece una buena experiencia a las personas que trabajan en ella.

Etapas de la Seguridad Psicológica

En el libro “Las Cuatro Etapas de la Seguridad Psicológica” de Timothy R. Clark, se destaca la importancia de que los líderes estén atentos al ambiente laboral para fomentar un entorno donde cada persona pueda compartir sus opiniones sin sentirse juzgada. Para lograr esto, es necesario pasar por cuatro etapas consecutivas que se apoyan mutuamente, fundamentales para construir una cultura de seguridad psicológica en el trabajo. A continuación, te comentamos cada una en detalle:

1. Seguridad de inclusión

Esta etapa se centra en crear un entorno en el que todos los miembros del equipo se sientan parte del grupo. Se trata de construir relaciones que fomenten el sentido de pertenencia y de reconocer la importancia de escuchar y valorar las opiniones de cada uno.

En esta fase inicial, es crucial que los colaboradores se sientan aceptados y respaldados. Esto significa que deben poder expresar sus ideas y cometer errores sin temor a ser rechazados, excluidos o criticados. Al asegurar un espacio seguro, se fortalece la autoconfianza, la resiliencia y la autonomía de cada individuo.

2. Seguridad de aprendizaje

El aprendizaje es esencial para el crecimiento tanto profesional como personal, pero este proceso no puede llevarse a cabo si no estamos dispuestos a cometer errores. En un entorno de trabajo que fomente la seguridad de aprendizaje, los colaboradores deben sentirse cómodos al hacer preguntas, probar cosas nuevas y, sí… cometer errores.

Una empresa que valora esta seguridad apoya a los miembros de su equipo en cada etapa del aprendizaje. Cuando los trabajadores sienten que pueden arriesgarse y experimentar sin miedo a ser juzgados, están más dispuestos a abrirse a nuevas ideas y a compartir sus experiencias.

3. Seguridad de contribución

 Sentir que nuestro rol y nuestro aporte son valorados es indispensable para involucrarnos activamente en un equipo. Aunque todos enfrentamos inseguridades, estas se pueden superar cuando sabemos que nuestras ideas y opiniones son apreciadas.

La seguridad de contribución ayuda a que cada miembro de la empresa sienta que su participación es valiosa y que sus habilidades pueden ser plenamente aprovechadas.

4. Seguridad de desafío

Para que un trabajador pueda crecer y superarse, necesita sentirse estimulado a salir de su zona de confort. A veces, los colaboradores no se sienten motivados a asumir nuevos desafíos debido a que el entorno laboral no les da ese empuje necesario.

Cuando las empresas fomentan un ambiente donde se delegan responsabilidades y se permite tomar decisiones, las personas se sienten más empoderadas y motivadas. Esta seguridad de desafío anima a los trabajadores a ir más allá de lo esperado, impulsando tanto su desarrollo personal como el progreso general del equipo.

¿Cómo podemos cultivar la seguridad psicológica en el trabajo?

1. Diseña una cultura empresarial fuerte: Crear una cultura empresarial fuerte y positiva es clave para fomentar la seguridad psicológica. Establece valores y principios que promuevan el respeto, la inclusión y la confianza entre los miembros del equipo.

2. Conecta a tus trabajadores para que se conozcan: Al fomentar un ambiente donde los colaboradores puedan conocerse mejor, organizando actividades y espacios para el intercambio informal de ideas y experiencias, se fortalecerán las relaciones y se formará un sentido de comunidad.

3. Emplea buenos canales de comunicación: Asegúrate de que los canales de comunicación sean claros y accesibles. Utiliza herramientas que permitan una comunicación abierta y fluida, y asegura que todos los miembros del equipo se sientan cómodos compartiendo sus ideas y preocupaciones.

4. Practica la empatía: La empatía es esencial para construir un ambiente de trabajo seguro. Fomenta la comprensión y el apoyo entre los colaboradores, ayudando a que se reconozcan y valoren las perspectivas y sentimientos de los demás.

5. Escucha activamente a tus colaboradores: Presta atención a lo que dice tu equipo y muestra interés genuino por sus opiniones. La escucha activa no solo mejora la comunicación, sino que también demuestra que valoras las aportaciones de cada miembro.

6. Prioriza la toma de decisión colectiva: Involucra a tu equipo en el proceso de toma de decisiones siempre que sea posible. La participación en decisiones importantes no solo aumenta el compromiso, sino que también refuerza la sensación de pertenencia y responsabilidad dentro del grupo.