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Conflictos laborales: tipos y soluciones
En un entorno laboral, como cualquier otro en donde convivimos frecuentemente, es común que surjan dificultades al momento de relacionarnos con los demás. Cada persona tiene una personalidad y una manera única de mirar las cosas, lo que hace fácil que surjan disputas entre los compañeros de trabajo ante diferentes situaciones. A esto lo llamamos: conflictos laborales.
¿Querés conocer cuáles son las causas de conflicto laboral, los tipos que existen en una empresa y cómo resolverlos de la mejor manera? Entonces estás en el lugar correcto, ¡continúa leyendo!
Causas que provocan conflictos laborales
Existen numerosas causas que pueden detonar problemas entre los colaboradores, por citar las más frecuentes, suelen derivarse de: una mala comunicación, diferencia de opiniones u objetivos, poca eficiencia productiva, mala distribución de trabajos, hasta escasez de recursos y presión laboral.
Es importante que conozcamos cuáles son las causas que originan los conflictos de manera que se puedan resolver lo más rápido posible, así como también tomar las medidas para prevenir que ocurran.
Tipos de conflictos laborales
A continuación, entraremos en detalle sobre los tipos de conflictos que existen:
- Clasificación de acuerdo a las partes involucradas
- Intrapersonal: ocurre por valores personales contradictorios. Es decir, el conflicto se origina en el interior de una persona cuando se le pide realizar un acto que va en contra de lo que ella encuentra correcto o no. Este conflicto puede generar un rechazo a la organización y afectar la productividad del colaborador.
- Interpersonal: ocurre entre dos o más personas, ya sea un responsable de área, con un colaborador a cargo, entre compañeros o, incluso, de colaborador a cliente.
- Intragrupal: de los conflictos más comunes, ya que ocurren entre los compañeros de un mismo equipo. Surgen a raíz de mal desempeño en las tareas o una competitividad excesiva.
- Interorganizacionl: esto ocurre entre organizaciones de un mismo sector, el cual puede derivarse a problemas legales entre las partes.
- Clasificación según las causas que lo provocan
- De información: comúnmente se deriva de una comunicación deficiente, omisión de información o datos erróneos que perjudican la realización de los trabajos.
- De relación: se deriva de un enfrentamiento entre colaboradores debido a personalidades muy diversas entre sí.
- De valores: puede ocasionarse porque un colaborador busca imponer sus valores a sus compañeros, o porque no tolera otras perspectivas.
- Estructurales: surgen a partir de las jerarquías o de las malas distribuciones de las tareas, generando desigualdades en cuanto a los roles.
- De intereses: ocurre cuando un colaborar coloca sus necesidades por encima de los demás miembros del equipo.
- Clasificación según el resultado:
- Constructivo: se trata de aquellos conflictos en los que se busca un acuerdo que beneficie a todos y que tenga como objetivo alcanzar un ambiente armónico y sano.
- Destructivo: se da cuando no es posible encontrar una solución efectiva o alguna de las partes termina afectada por la resolución del conflicto.
Ahora que ya conoces los tipos de conflictos más frecuentes, te contamos cuáles son las mejores maneras de resolverlos. Estas resoluciones abarcan la respuesta ante los problemas, además de cómo contenerlas y manejarlas para que sea posible un clima laboral agradable y estimulante para alcanzar los objetivos de trabajo.
Entre las estrategias de resolución de conflictos más recomendadas, encontramos:
- Arbitraje: para soluciones rápidas. Un tercero al problema toma la responsabilidad de intervenir entre las partes con el fin de escuchar y proponer una solución a la disputa.
- Negociación: en esta estrategia las partes en conflicto deben procurar, de manera pacífica y respetuosa, llegar a un acuerdo en la que todos sean beneficiados.
- Mediación: cuando la negociación no lleva a ningún lado, un tercero, desde una perspectiva neutral, ayuda a crear el ambiente ideal para que se llegue a un entendimiento entre las partes hasta encontrar la solución.
¿Cómo llevamos a cabo estas estrategias? Aquí te compartimos los pasos a tener en cuenta para ejecutarlas con eficiencia:
- Detecta el conflicto antes de que se convierta en algo más grande, no lo ignores ni lo minimices.
- Identifica a las personas involucradas.
- Indaga cuáles fueron las causas que lo originaron.
- Escucha a todas las partes para conocer las diferentes perspectivas, de manera neutral.
- Guía el debate hacia un diálogo tranquilo en donde se puedan esclarecer los pareceres.
- Encamina a las partes a encontrar la solución más inmediata y conveniente para todos.
- Establece las acciones para resolver el conflicto y haz un seguimiento para cerciorarte que todos hayan cooperado para solucionarlo.
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