Ultimas noticias
Mentalidad de crecimiento: descubre sus impactos en tu carrera profesional
¿Sabías que existen dos tipos de mentalidades en las empresas? Ya sea colectiva o individual, estudios han revelado que existe lo que se llama la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento. La primera, es aquella en donde se cree que las habilidades son limitadas y no pueden ser modificadas. Mientras que, la segunda, propone que pueden ser desarrolladas y mejoradas. ¿La buena noticia? ¡Todos podemos adoptar una mentalidad de crecimiento! En este artículo te contamos los pasos clave para lograrlo.
¿Qué es la mentalidad de crecimiento?
El concepto fue acuñado originalmente en 2006 por la psicóloga, profesora e investigadora de la Universidad de Standford, Carol Dweck, quien en su libro “Mindset: the new psychology of success” explicó que cuando alguien tiene una mentalidad de crecimiento cree que no está limitada por habilidades inherentes, sino que se considera capaz de aprender, crecer y mejorar mediante el esfuerzo y la dedicación continua.
Este concepto se ha vuelto muy utilizado en los últimos años como un ingrediente esencial para el éxito profesional y personal, contrastando con lo que se conoce como mentalidad fija, en la cual se cree que las características que uno posee no pueden ser mejoradas significativamente.
¿Cuáles son los beneficios de una mentalidad de crecimiento para una empresa?
Desarrollar esta mentalidad es importante para el aprendizaje y la motivación. A su vez, inculcar esta manera de pensar en el ámbito laboral trae grandes beneficios, tanto para los colaboradores como la organización. Algunos de estos beneficios son:
- Incremento de la confianza
Cuando se rompe con el paradigma de la mentalidad fija, los colaboradores empiezan a ver que tanto ellos como sus compañeros son capaces de más. Esto incrementa la confianza en uno mismo para superarse diariamente y también, en la confianza hacia sus colegas al considerar que cada uno puede mucho más que cumplir con una determinada tarea, por lo que el trabajo en equipo tiende a fortalecerse.
- Empoderamiento
Cuando la mentalidad orientada al crecimiento está presente en una organización, los colaboradores entienden que su trabajo y desempeño será juzgado en función a sus esfuerzos y creatividad. Esto reduce la tendencia a dejarse llevar por el pensamiento grupal, alentándolos a proponer sus propias ideas y sugerencias, lo que impulsa el compromiso y dedicación con la empresa.
- Mayor innovación
Con la confianza y el empoderamiento se empuja a los colaboradores a desarrollar ideas innovadoras que lleven a tomar nuevos desafíos, así como también a tomar riesgos y a cargar con la responsabilidad que implica asumirlos. De esta manera, la innovación se vuelve algo del día a día y las chances de conseguir nuevos y mejores resultados se incrementan.
En cuanto a nivel individual, encontramos que los beneficios más notables de desarrollar una mentalidad de crecimiento son:
- Estimular el aprendizaje continuo
- Despertar el deseo por aprender
- Fortalece la resiliencia y persistencia
- Ayuda a tomar desafíos
- Permite ver el éxito de los demás como inspiración
¿Cómo instalar una mentalidad de crecimiento en la empresa?
Si bien el pensamiento puede ser considerado como algo muy personal, al tomar medidas intencionales para estimular una mentalidad de crecimiento en el lugar de trabajo, puede influenciarse en la cultura de la empresa y en las personas que hacen parte de ella. Aquí te contamos algunas maneras en las que esto se podría conseguir:
1- Invertir en capacitaciones para los colaboradores
Una de las herramientas más eficaces para promover la mentalidad de crecimiento es invertir en capacitar al personal, lo cual es indispensable para reducir brechas de habilidades entre los colaboradores.
2- Evaluar el desempeño en relación al aprendizaje y no de acuerdo a los resultados
Lo más común en las organizaciones es medir el desempeño por las tareas y proyectos realizados a tiempo, las ventas o las cantidades producidas. Para fomentar una mentalidad de crecimiento, también se podría medir el desempeño en función al desarrollo de cada colaborador a lo largo de un periodo de tiempo. Una manera de hacerlo podría ser estableciendo objetivos que busquen la mejora de sus habilidades más que el rendimiento.
3- Incentivar a que todos puedan dar sus opiniones e ideas sin ser juzgados
Con una mentalidad de crecimiento, los líderes son capaces de recibir las ideas de cualquier colaborador sin discriminación, ya que entienden que las buenas ideas no solo provienen de aquellos con más formación académica o de los mismos a los que se recurre siempre.
4- Considerar los fracasos y errores como oportunidades de mejora
Es importante ver con buenos ojos los fracasos y enseñar al resto del equipo que son una oportunidad de aprendizaje sobre lo que funcionó y lo que no. Se debe evitar puntualizar en los fallos como algo negativo, ya que esto solo ocasionará que los implicados se sientan avergonzados y desconfiados para compartir su perspectiva más adelante.
Ahora que vimos como la mentalidad de crecimiento puede ser inculcada en una empresa, veamos qué podemos hacer personalmente para comenzar a desarrollarla:
- Pierde el miedo a salir de la zona de confort para tomar nuevas oportunidades
- Encara los obstáculos como parte del proceso de aprendizaje
- Practica la autoevaluación para identificar las mejoras que debes realizar
- Busca continuamente formas de aprender
- Adopta hábitos que te permitan permanecer disciplinado hacia tus objetivos
- Celebra tus logros y los de las otras personas, entendiendo que cada uno lleva su propio proceso y tiempo perfecto
Leave a reply